Cristina Otero: "Todo es un querer que se convierte en poder"

Entrevista publicada en FTS Cultural Magazine

Cristina Otero hace acopio de maquillaje, botes de especias y empieza a disparar. El resultado: autorretratos lúgubres con una fuerza y una madurez impropia de una chica de dieciséis años, huellas de pintalabios en cortinas y paredes y algún bote de azafrán decorando su cuarto. A los trece años hizo su primera foto y ya pisa fuerte. Esta fotógrafa gaditana empezó a darse a conocer a través de las redes sociales y a día de hoy es toda una promesa de la fotografía de moda y del retrato. La madurez y los ambientes de su obra han hecho de esta joven una referencia para aficionados al retrato.

Pregunta: Tu obra es muy madura a pesar de tu edad...¿a qué se debe esta paradoja?

Respuesta: Incluso a nivel personal, siempre me han dicho que soy muy madura para mi edad, así que no sabría dar una respuesta exacta. Unas personas maduran antes que otras, ¿no? Eso me pasó a mí. Puede que alguna mala experiencia y ciertas situaciones me hayan ayudado a madurar.

P: ¿Y a nivel profesional?

R: Ya tengo tres años de experiencia en la fotografía y es durante los primeros años cuando uno se forma y va hacia un camino u otro. Todo es un querer que se convierte en poder, practicar, mejorar, auto-criticarse y trabajar los defectos. No puedo decir que lo haga de manera profesional, ya que los estudios son mi prioridad ahora mismo. Suelo hacer una sesión por semana, a veces dos. Tengo tanto tiempo porque suelo autorretratarme, pero aún así, preparar la sesión, el maquillaje, el estilismo y el retoque me puede llevar una tarde entera.

P: ¿Cuándo y cómo empezaste a fotografiar?

R: Empecé con trece años, cuando descubrí el programa America's Next Top Model. Es un concurso de modelos amateur que compiten para convertirse en la siguiente top model . Me fascinó ese mundo, el maquillaje, el estilismo, la fotografía en sí, y decidí empezar a fotografiar.

P: Rojos y negros son los colores predominantes en tu obra, ¿cuál es el significado que les otorgas en tus fotografías?

R: No tengo un color preferido, pero estos dos son, para mí, los más completos que existen. El rojo puede significar casi cualquier cosa: amor, sangre, violencia, pasión...Y el negro, aunque suelen decir que representa la oscuridad y la nada, es un color elegante que me resulta tranquilizador. Es el color que une todos los demás para crear una perfecta armonía.

P: ¿Por qué retrato y autorretrato? ¿Hay otro género en el que te sientas tan cómoda?

R: Pues creo que no. En el arte, desde pequeña, me he decantado hacia el cuerpo humano, desde mi fascinación por los ojos hasta las manos. Una cara representa mil ideas, se puede moldear a gusto y contar historias que cualquier otra cosa no me permitiría. Empecé con el autorretrato porque era la única, digamos, modelo disponible, no lo hice por ninguna razón mayor que la necesidad.

P: ¿Prefieres trabajar con modelo o ser tu propia modelo?

R: Trabajar con modelo o conmigo son dos cosas totalmente diferentes, porque cuando son autorretratos, más que en fotógrafa, me convierto en un personaje con una historia. En cambio, con una modelo, trabajo más la parte técnica de la fotografía, lo que me ayuda a aprender cosas nuevas.

P: Dices que no entiendes cómo no hemos caído todavía en la locura común, ¿eres tan pesimista en la vida real como en tus fotografías o en las reflexiones que escribes en tu blog o sólo tratas de ser coherente con lo que transmiten tus imágenes?

R: No creo que sea pesimista, sólo realista. Se trata de ver a la Humanidad como un solo ser. Mis fotografías son mi filosofía de vida: expreso todo lo que creo ver y sentir.

P: Tus fotos son un derroche de melancolía, incluso se vislumbra algo de rabia a través del maquillaje ...¿cómo logras este efecto?

R: Es lo que siento en el momento y es algo espontáneo. Gracias a que me he pasado tres años retratándome, he aprendido a posar y sé colocarme para crear un ambiente de tristeza, rabia o alegría. Las poses son tan importantes como la composición de la obra.

P: ¿Con qué cámara y qué objetivos te sientes más cómoda?

R: Estoy absolutamente enamorada de mi Pentax K-5, con objetivos también de la misma cámara. El que me tiene engatusada en estos momentos es el objetivo Pentax 55mm f1.4. ¡Es increíble!

P: ¿Qué fotógrafos son tus principales referentes?

R: Adoro el trabajo de Steven Klein, Zhang Jingna y Sally Mann.

P: ¿Por algo en especial?

R: Cualquiera que conozca la obra de Steven Klein (que ha trabajado con Madonna y Lady Gaga), entenderá cuando digo que su trabajo es completamente diferente a lo que se suele conocer. Su estilo es oscuro, lleno de connotaciones sexuales y macabras (modelos muertos, asesinos un tanto obscenos...). Se atreve a innovar y eso es importantísimo en la fotografía de moda. Zhang Jingna, conocida en la red como Zemotion, me motiva al ser tan joven y trabajar, con apenas 24 años, para Mercedes Benz y en revistas como Vogue, Elle y Harper's Bazar. Su estilo es encantador, romántico y puro. Las obras de Sally Mann suelen ser retratos de niños, en blanco y negro. Es un trabajo inspirador, suave, lleno de conceptos, onírico...La verdad es que es único.

P: ¿Crees que tu trabajo habría logrado la repercusión que ha alcanzado de no ser por Internet y las redes sociales?

R: Para nada, Internet es la herramienta que todo fotógrafo debe manejar a la perfección para así mostrar su trabajo. He trabajado muy duro para darme a conocer, porque hay millones de personas subiendo sus obras a la red y tienes que entender cómo funciona realmente para que la gente se interese por tu trabajo.

P: ¿Cuáles son tus próximos proyectos, te has planteado publicar algún libro con tus fotografías?

R: Lo primero es terminar Bachillerato y entrar en alguna carrera, aunque ahora mismo estoy exponiendo. Me encantaría publicar un libro en algún momento, pero para eso necesito más experiencia y más años de trabajo.

P: No hay trabajo que no esconda anécdotas...¿hay alguna foto a la que tengas un especial cariño por las circunstancias en que la tomaste o la editaste?

R: Uf, si yo te contara los cabreos de mi madre y sus castigos por manchar la habitación de maquillaje...Soy bastante desordenada en ese aspecto y es ella la que encuentra las huellas de dedos rojos y negros en la ventana, en las cortinas, en los muebles...Luego cuando hago experimentos, mezclando especias como pimentón o azafrán y paso como una campeona de dónde he dejado los botes. Pero si a alguna tengo un cariño especial es a "Kill them". El hombre es mi hermano Luis, la mujer soy yo. Aunque ya había trabajado con mi hermano, fue una experiencia nueva, porque esta vez sí tenía clara la idea y fue divertido llevarla a cabo. Mi hermano no es modelo, así que tenía que decirle cómo poner los hombros, la barbilla, cómo mirar...se le veía incómodo. Tengo pensado hacer una serie completa con él.